Thunder Road


Mi canción favorita de Springsteen (uno de mis artistas favoritos) y también una de las fijas en la banda sonora de mi vida es Thunder Road, la canción con la que abre el que para mi es, sin lugar a dudas, el mejor disco del jefe, "Born to Run".

Representa como ninguna otra (tal vez Badlands) la historia de los perdedores, y esa sensación que muchos tenemos cuando llegamos a cierta edad. El pueblo se nos queda pequeño, lleva haciéndolo desde que teníamos 14 años, y ahora que hemos crecido y aún no hemos salido nos sentimos asfixiados en una situación que no nos gusta.

Los sueños de juventud se van desvaneciendo, escapándose entre nuestros dedos como granos de arena. Y Thunder Road habla de eso. De dos perdedores, un chico (el que canta) y una chica, Mary. Dos niños soñadores que han crecido para convertirse en dos adultos perdedores y de como él va a buscarle a ella para convencerla de que se marchen. De que aún no son demasiado viejos para perseguir sus sueños.

Creo que no soy el único que siente que la vida se le escapa entre los dedos. Que las responsabilidades sociales le cortan las alas, que la juventud se le va sin que haya hecho nada de lo que le hubiese gustado hacer. Tengo 21 años y no dejo de sentir que estoy perdiendo el tiempo, que algo no funciona en mi vida, que algo está torcido, no se si en este mundo o en mi, que hace que no termine de encajar en el planeta tierra.

A veces creo que es solo el inconformismo del primer mundo, los lamentos de los que vivimos bien, que no somos capaces de aceptar la buena vida que se nos ha ofrecido. Otras creo que es que me he enamorado tanto de la figura romántica del perdedor, lo que los ingleses llaman "tramp", que mi melancolía no es más que el reflejo de dicha obsesión, como lo era la vida pirata para José de Espronceda. Tal vez sea eso o tal vez, realmente, exista algo torcido en todo este mundo, en toda esta costumbre social, que hace que yo no funcione bien dentro de la sociedad, que añore una libertad que desconozco y que sueñe con perseguir unos sueños que no tengo claros cuales son.

Lo curioso es que se que no soy el único que se siente así. Llevo toda mi vida encontrándome compañeros de viaje que se sienten del mismo modo (o muy parecido) que yo. Y si uno hace un repaso a la historia, cientos de escritores reflejaron el mismo tipo de descontento. La búsqueda de "la libertad" como un sueño utópico y romántico a perturbado la mente de los artistas desde el principio de los tiempos, y curiosamente, cuanto más social se vuelve el hombre, más siente la necesidad de huir de aquello.

No nacimos para apilarnos como abejas en colmenas de hormigón. No nacimos para trabajar en cubículos de medio metro cuadrado, para cegarnos lentamente ante pantallas de ordenador... ¡El hombre no nació para procesar datos maldita sea! ¡Me niego a aceptarlo! No hemos sobrevivido a la extinción a la que, por nuestra constitución, estábamos predestinados durante más de 2 millones de años para terminar así.

No quiero acabar así.

Yo sueño con coger un día el coche y recorrer a toda velocidad la "Thunder Road"



"We got one last chance to make it real
To trade in these wings on some wheels
Climb in back, heaven's waiting down on the tracks"



(en la foto, Christopher Johnson McCandless, A.K.A Alexander Supertramp)

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