"(...) Por eso puede que lo que dije antes sobre eso de que escuchar demasiados discos termina por arruinarte la vida... puede que, al fin y al cabo, tenga algo de verdad. David Owen está casado ¿no? Se ha ocupado de un millón de cosas y ahora es un diplomático de los grandes. El tío que vino a la tienda con su traje y las llaves de su coche en mano también está casado, y ahora es, qué sé yo, un hombre de negocios. Yo en cambio no estoy casado -estoy por el momento todo lo "descasado" que se puede estar- y soy el dueño de una tienda de discos que es un fracaso. Me da la impresión que si pones la música (y los libros posiblemente, y el cine, y el teatro, y todas las cosas que tienen sentimiento y que te hacen sentir) en el centro de tu ser, no podrás aclarar ni en broma tu vida amorosa; no podrás pensar en esa vida amorosa como quien piensa en el producto acabado. Tendrás que pasarte la vida dándole caña, tendrás que mantenerla viva y revuelta; tendrás que darle caña sin parar, desenmarañarla a cada paso, hasta que se te deshaga entre las manos y te veas obligado a empezar otra vez de cero. A lo mejor es que todos vivimos la vida a una intensidad excesivamente alta, al menos los que nos pasamos el día entero absorbiendo cosas de alta carga emocional, y es consecuencia lógica que no podamos sentirnos meramente contentos: tenemos que ser infelices, o si no vivir en éxtasis, en un estado de completa felicidad, y esos estados son difíciles de alcanzar dentro de una relación de pareja sólida y estable. Puede que Al Green sea directamente responsable de más cosas de las que había supuesto."
-Rob Fleming, protagonista de Alta Fidelidad-
Curioso el nivel al que uno puede sentirse identificado con un libro.

+ + +

Estaba demasiado cansado cuando puse todo ese párrafo como para explicarme.

Me he dado cuenta de que las mujeres de mi vida han dejado de hablarme (ellas y el 80% de las mujeres con las que he tenido algo). A veces pienso que simplemente las cosas pasan así, que uno no se lleva con las mujeres con las que estuvo, que por algo son "ex" y que en parte, es parte de "pasar pagina" el hecho de que desaparezcan de la vida de uno. Pero luego me doy cuenta de que al menos con una (una que fue un capitulo bien largo de mi vida), hasta hace más bien poco, mantenía una estupenda relación de amistad. Ambos nos habíamos superado y habíamos conseguido lo que muchos ven como un imposible. Ser amigos ademas de ex. Y sin embargo, tras muchas vueltas, ella ha dejado de hablarme. No es que no me lleve, es que no me dirige la palabra. ¿Tiene motivos? No voy a negar que los tiene, sería mentira decir lo contrario.

Pero eso no es el caso.

El caso es que ahora salgo con esta chica desde hace un par de meses. El caso es que esta chica me gusta, me hace sentir como hacía mucho que no me sentía. Ahora hay otra persona en mi vida, y eso es maravilloso. El problema es que hecho la vista hacia atrás e inevitablemente me doy cuenta que todos los problemas que he tenido con las mujeres a lo largo de toda mi vida se han basado en lo mismo. Siempre.

Y ahora me da pánico volver a cometer los mismos errores que cometí en el pasado. Se supone que, al igual que el protagonista de Alta Fidelidad, a estas alturas de la película debería ser un puñetero experto en la materia. Un genio capaz de saber que es lo que falla con las mujeres en mi vida y por que todas terminan por no odiarme (al menos no en el sentido de "odio los macarrones con queso" o "odio a Dani Martin") pero si ignorarme por completo, como si yo jamás hubiese existido, no ya en sus vidas, si no en el planeta tierra en general. Pero no lo soy, lo cierto es que se lo mismo que sabía en el patio de colegio, el día que me di cuenta de que las chicas existían. Ni más ni menos. Evidentemente se que errores he cometido. Se que errores no debo volver a cometer, pero como Rob empiezo a pensar que tal vez, los que sentimos demasiado vemos la imperiosa necesidad de cometer los mismos errores una y otra vez.

Ahora estoy en un momento genial en mi vida sentimental, vivo en éxtasis. Y no puedo quejarme sobre ello. Solo se que, de momento, esto es el principio del camino y que, a partir de aquí, todo va a ser luchar por mantener una estabilidad. Y es que no vivimos en un cuento en el que, llegados a un punto, un narrador nos dice "y vivieron felices y comieron perdices". La vida hay que vivirla, cada mes, cada semana, cada día, cada hora, cada minuto. Hay que vivir todos ellos, y, cuando uno empieza una relación (y, como es mi caso, es como se describe en el párrafo de alta fidelidad) nada termina ahí. La lucha acaba de empezar.

No me malinterpretéis, no es una batalla que no me apetezca o me cueste tener.

De hecho, es más bien al contrario.





Más bien estoy deseoso de tener está batalla, y completamente feliz de que se me brinde la oportunidad.

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