¿Le molesta que no fume?

Soy fumador.

Me jode reconocerlo, no creáis. Pero lo cierto es que soy fumador. Estoy en proceso de dejarlo... o bueno, mas bien me engaño a mi mismo diciéndome que voy a dejarlo, porque lo cierto es que siempre que tengo a mano uno me lo fumo y me quedo tan pichi.

¿Fumo por adicción? Mucha gente diría que sí, y no voy a negarles que tienen parte de razón, pero tampoco se puede ser tan demagogo como para pensar que solo se fuma por adicción. A mi me gusta fumar. Me gusta llenarme los pulmones de humo mientras, por ejemplo, me tomo una cerveza en un bar, cigarros conversacionales, pero los mejores sin duda son los de después de comer. Podría pasarme un día entero sin fumar, pero el de después de comer no creo que vaya a quitármelo en un futuro próximo (siempre que tenga tabaco a mano, claro está).

Sin embargo puedo pasarme días enteros sin fumar si no tengo tabaco. Si, me da cierta ansia no tenerlo y hay momentos en los que me dan ganas de bajar a comprar tabaco (síntomas inequívocos de que tengo cierta dependencia a la nicotina) pero soy capaz de no hacerlo y quedarme sin fumar. Incluso si me ofrecen puedo rechazar un cigarrillo si no me apetece fumar en ese momento. Así que, al menos conmigo, espero haber dejado claro que la afirmación "fumo por adicción" no es cierta ni mucho menos.

De todos modos respeto al no fumador, a pesar de no recibir el mismo trato por su parte. Si a alguien le molesta que fume no fumo en la mesa (siempre y cuando este sentado en mi mesa, si no, lo siento, pero por mi que os parta un puto rayo), y si estoy en un bar y alguien se siente igual pues tres cuartos de lo mismo.

Por eso me cuesta entender todo ese tema de "las leyes anti tabaco". Entiendo que se hagan porque el tabaco es "malo para la salud". Pero no entiendo que tiene que ver el estado en todo esto. Papi-Estado ataca de nuevo, esta vez prohibiendo los cigarrillos. A los no fumadores os da igual, os parece bien incluso, porque vosotros ya tomasteis la elección de "no fumar", pero ¿Qué pasa con los que queremos fumar?. Los que disfrutamos del cigarrillo de después, los que compramos tabaco y nos gustan nuestras pequeñas dosis de nicotina mientras tomamos una cerveza no tenemos elección. Se nos obliga a dejar de fumar o, como mucho a hacerlo en la calle o en nuestra puñetera casa. Se nos ha acabado el chollo compañeros, la salud ha ganado la batalla y nuestro progresista padre quiere PROHIBIR otra cosa más.

Bonita palabra la de prohibir ¿verdad?

Pongamos el ejemplo de otra prohibición famosa en pos de la salud de una nación. La ley seca de estados unidos.

A principios del siglo 19 el llamado Movimiento por la templanza, comenzó a predicar sobre los males que se causaban a causa del alcohol, promoviendo en un principio su consumo moderado y terminando por condenar del todo no solo a la industria, si no también considerando a las bebidas alcohólicas como la base de todos los males sociales de la época. A esto no ayudaba nada que los inmigrantes que llegaban de Europa desde mediados de siglo, mucho mas familiarizados con el uso de este tipo de bebidas (eran alemanes, irlandeses y de Europa del este), se negasen a adoptar las buenas y castas costumbres de los tios que habían masacrado a los indios y luego iban diciendo por ahí que eran "nativos" y renegando de sus orígenes (Francia e Inglaterra básicamente). Con el final de la guerra de secesión (también mediados del 19) y puesto que los buenos cristianos que poblaban el gran país conocido como Estados Unidos ya no tenían nada mejor que hacer, el movimiento por la templanza alcanzó por fin la fama esperada.

¿Que pasó entonces? Pensadores, filósofos y diversos intelectuales "progresistas" y "liberales", incluso lideres sindicales de izquierda (¿Soy yo o siempre son estos los que se apuntan a todo?) se apuntaron al carro que estaba de moda y comenzaron ellos también a condenar el alcohol y considerarlo fruto del atraso y la pobreza del país. Visto el panorama finalmente el gobierno decidió promover una ley que prohibiese el consumo, la fabricación y el comercio de las bebidas alcohólicas en todo el área de estados unidos.

A partir de ahí la cosa se fue al garete. Aquella medida no hizo si no aumentar el consumo de bebidas alcohólicas. Los bares clandestinos se incrementaron y el indice de criminalidad aumentó a causa de las mafias que organizaban el trafico de alcohol en aquellos años. Es decir, todo lo que intentaban impedir les estalló en la cara, lo que provocó que aquellos supuestos progresistas liberales, y de mas pensadores apuntados al carro de moda (gente a la que podríamos llamar "borregos") rectificaron, aboliendo la ley en 1933 (13 escasos años después de que entrase en vigor la ley seca).

Antes de que me saltéis todos al cuello por comparar una ley que prohíbe fumar en lugares públicos y otra que prohíbe el consumo y venta de alcohol, ademas de su producción, en cualquier lugar de un país, deciros que no las comparo, solo comparo el hecho de que ambas son prohibiciones fruto de la paranoia de su tiempo. Ambas son consecuencias directas de la ignorancia de los borregos. ¿Quien defiende hoy en día la prohibición del tabaco? Los pensadores liberales, la gente que se considera a si misma de izquierdas, los lideres sindicales... es decir, los mismos cretinos que defendieron la ley seca cuando los grupos de extremistas religiosos empezaron a hacer ruido.

¿Van a cerrarse bares porque se prohíba fumar en ellos? Está claro que no. Está claro que eso no va a ocurrir jamás, ese no es el problema de las prohibiciones. El problema de las prohibiciones es lo que traen consigo. No solo crímenes claro, si no una piedrita más que nos lastra nuestra libertad. La nicotina no lastra mi libertad, del mismo modo que no lo hace el sexo, ya hablamos de esto y de como ese es el argumento más estúpido de la iglesia católica. Al parecer el ser humano no puede elegir algo que está "mal" (dentro de la absurda moral social) de forma libre y deliberada, al parecer debe estar condicionado siempre y su "sí" significa que carece de libertad.

Cuando los consejitos morales nos fallan entonces es cuando acudimos a Papi-Estado para que tome cartas en el asunto. No existe la posibilidad de morir voluntariamente. De ninguna manera, por algo votamos a un gobierno cada cuatro años ¿Verdad?

Resulta mas cómodo perder la posibilidad de tomar decisiones, a tener que enfrentarnos a ellas y tomarlas. Es mucho mas fácil decidir que nadie fuma a darnos la oportunidad y tener que aguantarnos a todos aquellos que disfrutamos continuamente del tabaco. Al fin y al cabo somos los fumadores, los que consumimos nuestros pulmones calada a calada, los malos de esta pelicula en la que un progresismo cada vez más totalitarista, ebrio de poder y con ansias locas por salvarnos a todos, es el héroe.

Nacimos libres. Pudimos haber hecho cualquier cosa con el mundo que teníamos delante... y entonces decidimos nombrar a alguien jefe, dar poder a ciertos individuos para que decidiesen sobre los borregos, como si de un pastor de cabras se tratase.

(Y por cierto, por si os lo estabais preguntando, si yo muriese de cáncer de pulmón jamás culparía al tabaco, me culparía a mi mismo por haber empezado, de forma voluntaria y libre a consumir un vicio tan malo y poco sano como el tabaco. Eso sí, nunca dejaré de alegrarme del hecho de que al menos tuve libertad para empezar)

1 comentario:

  1. Muy bueno su post.
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    Muchas gracias
    Un saludo

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