En Bilbao hace 15 horas.

Creo que ya es hora de ir actualizando esta cosa. Con motivo del cumpleaños de un par de amigos vine ayer y tras una "fiesta" rara que incluyó su buena cantidad de bebidas alcoholicas (incluido un whisky on the rocks, ¡Porque somos hombres! ¡PARDIEZ!) y un amigo llamando a nuestro viejo compañero Hugo por todas las papeleras del pueblo de Getxo creo que ya va siendo hora de actualizar.

Hoy en concreto toca otra fiesta y es que el lector al que le duele un huevo si escribe algun comentario, es decir Bosco, cumple 21 años hoy, y aunque hubiese sido todo un puntazo celebrarlo en Las Vegas (no se si te acuerdas pero un dia en medio de una borrachera lo planeamos) al final va a tener que quedar todo en familia, que es como mejor se está. Nos esperan largas horas de borrachera, nos esperan grandes horas de festejos y celebraciones, que joder, para una vez que a mi hermano de madre distinta le toca el cumpleaños un sabado fuera de la temporada de examenes hay que hacerlo Legen.... wait for it.... DARIO (si ya se que mola mas DARY Bosco, pero estamos hablando en castellano, cojones).

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Sobre lo de mas poquitas cosas que añadir la verdad. Empiezo a sentirme verdaderamente útil, o al menos estoy mas en paz conmigo mismo que antes. Es curioso pero ahora que ya no queda mas remedio, que el fin es inevitable y que camino hacia una muerte segura, me siento mas tranquilo. Ya no queda mas remedio que seguir caminando, y es que como en los mejores viajes, volver atras no es una opción, lo unico que me queda es trabajar duro, cruzar los dedos y confiar en que, al final, todo salga como deberia. Ya no me recorren sudores frios, ya no paso las noches en vela preocupado por que coño va a pasar mañana, ya no me entran ganas de pegarme un tiro al pensar en el futuro. Ahora que he asumido lo que viene, ahora que he decidido dar lo poco que puedo apostando diez a una contra mi mismo, me siento tranquilo. Me siento útil y duermo como un puto niño pequeño. El futuro es uno de los mas negros, pero tengo un plan y si todo sale bien hay esperanza al final del tunel.

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Por cierto, tambien me terminé hará un par de dias el libro "Ham on Rye" ("La senda del perdedor" en castellano), por fin despues de casi un año los primeros años de la vida de Hank Chinasky tocaron a su fin en un final que, aunque como el resto del libro, apenas está contando nada, deja con ganas de más.

Y es que la historia del antihéroe contemporaneo (una version agresiva y con pelotas de Holden Claufield) solo alcanzó su punto maximo de interes cuando su protagonista alcanzó la edad adulta, tal vez por eso me costó tanto leerlo. Porque la infancia, aunque apenas ha sido hace un rato, hay demasiado alcohol entre medias y a mi mente le queda demasiado lejana, tanto para sentirme identificado con ella como para sentir alguna clase de interes.Lo unico interesante de esa etapa fue el descubrimiento de que el grupo de idiotas que pulula este apestoso planeta, la gente, ese colectivo que hace que en 2010 Belen Esteban gane un millon al año, no quiere la verdad, quiere bonitas mentiras.

Algo que ya sabia pero que expresado con la crudeza y la hombria de Bukowsky siempre queda mucho mas divertido.

Eso si, una vez llega a la edad adulta el libro gana enteros. Sus desventuras por los bajos fondos de la California de finales de los años 30, su descripcion mordaz y tremendamente critica de la sociedad Americana de aquellos tiempos (que en parte lo unico que se diferencia de la civilizacion occidental actual es que hoy en dia tenemos facebook, supongo que lo malo nunca cambia) resulta genial, y es que, las historias de perdedores, de escritores borrachos, de violencia, no solo fisica, si no en mayor medida verbal, siempre resultan de lo mas divertidas. Hank Chinasky consigue por meritos propios (a pesar de que en ocasiones resulta demasiado cansada su crudeza y su odio por absolutamente todo lo que existe) en uno de mis antihéroes favoritos. Es el punto intermedio entre Holden Claufield y Tyler Durden, tan critico y poco activo como el primero pero tan jodido de la cabeza y violento como el segundo.

Si tuviese que ponerle una pega al libro (aparte de una primera parte demasiado poco interesante, que aunque necesaria para entender una mentalidad tan jodida como la de Chinasky, no deja de ser un coñazo) tal vez sea que el lenguaje de su Autor, Charles Bukowsky, en ocasiones cansa. Es demasiado hombre, demasiado crudo y demasiado acido. Está bien para un rato, pero a mi me cansaba que su protagonista odiase absolutamente todo y fuese tan sumamente capullo, sobre todo porque, como compartía muchas de sus ideas sobre muchos de los temas que trata, no me gusta pensar que yo soy asi de gilipollas a ojos del mudno.

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