47- La metafora del buscaminas (los dias perdidos 04)

Hace mucho, en otro lugar, hable sobre cierto paralelismo entre mi vida y el juego del buscaminas.

Hoy creo que es aplicable a cualquier persona, el modo de jugar al buscaminas no es mas que un reflejo de la vida que lleva la persona que juega. Puede que sea una tonteria, pero a mi me da esa sensacion.

Me explico por si alguien no tiene ni idea de que estoy hablando. Hace algun tiempo, tras repetir por segunda vez primero de bachillerato, me di cuenta que existia cierto paralelismo con el mencionado juego. Desde que aprendi a jugar (en el momento en que me di cuenta que los numeros no eran puntos si no que indicaban las minas que habia cerca) el primer nivel no me resulto complicado, el intermedio me costó un poco mas y el dificil no conseguia pasarmelo. Igual que mi vida escolar.

Supere primaria, superé secundaria con alguna que otra dificultad y no conseguia superar primero de bachillerato.

Ese mismo año, justo despues de escribir eso, me pasé el buscaminas. Meses despues pasé de curso, y gracias a aquello vine a Madrid.

Y me sigue gustando jugar de cuando en cuando al buscaminas, porque haber superado el nivel dificil una vez se que no significa nada, sobre todo ahora que todos los conflictos a los que me enfrento a diario son comparables al nivel dificil. Y creedme, siempre, siempre, actuo igual y siempre, siempre la cago en las mismas cosas.

Lo primero es abrir la partida, las primeras minas son faciles de encontrar, mas o menos hasta la mina 64 resulta sencillo y todo va como la seda, como cuando empiezo un proyecto nuevo, las energias nuevas y la ilusion me hacen comenzar con fuerza.

A la altura de la mina 64 me doy cuenta que las pistas ya no resultan tan evidentes y que de hecho, aparentemente no hay pistas. Llego a la primera encrucijada, y me quedo parado. En la vida me pasa igual, una vez superado el boom inicial llega el primer gran obstaculo y de pronto se me olvida como se saltaba esa clase de problemas.

Entonces comienza el declive. Si consigo superar esa primera encrucijada, cada diez minas o menos me encuentro en otra, y en otra y en otra hasta que, finalmente, estoy tan cansado de jugar, tan aburrido del tema, que termino cometiendo el error mas estupido cuando me quedan apenas cinco minas. En la vida ocurre igual, si no la cago en el primer gran obstaculo los siguientes vendrán cada vez mas y mas seguidos y yo sabre cada vez menos como resolverlos hasta que (si tengo la suerte de haber conseguido superarlos todos) al final, a pocos metros de la meta, tropiece con el ultimo.

Hace un par de dias se lo comentaba a un amigo que me pillo jugando al buscaminas.

Resultó que el juega de una manera distinta a la mia, mientras que yo el primer golpe lo pego al azar el cubre las cuatro esquinas, juega con un metodo pues lo ve mucho mas rapido y sencillo.

Lo curioso del caso es que actua igual en su vida diaria. Busca la solucion rapida y menos complicada, la que pueda sacarle del paso, y si se equivoca... pues no pasa nada, se vuelve a intentar.

Ya lo digo arriba, puede que sea la mayor gilipollez del mundo, pero a mi al menos me resulta curioso el paralelismo.

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