57- No se nada de ti (Los dias perdidos 05)

(Si, se que son muchas entradas seguidas pero ocurre una cosa, tengo dias prolificos -o al menos mas de lo que estaba empezando a ser la norma- y que recuperar demasiados dias).

"No me va eso de enumerar las virtudes de la gente. Me parece demasiado sencillo asi que, si me lo permiten les contaré una anecdota

Si me lo preguntasen ahora no podria acordarme del bar, ni siquiera del mes en el que sucedio. Recuerdo que debia ser primavera, no hacia demasiado calor pero hacia lo suficiente como para que estuviesemos en la terraza de la cafeteria.

Es curioso como no soy capaz de recordar la fecha, ni siquiera que terraza era, pero si puedo recordar exactamente la ropa que llevaba. Un bonito vestido de tirantes muy de primavera, unas gafas de sol Rayban de pasta (sus gafas rayban de pasta) y un jersey, un jersey verde.

No recuerdo que habiamos pedido pero recuerdo que estabamos fumando. Aun se podia fumar en los bares que lo permitian, al menos en las terrazas. Tambien me acuerdo del camarero, un señor gordo con el pelo brillante (nunca supimos si era sudor o gomina), la clase de camarero que ya no queda en Madrid. No recuerdo de que hablabamos. No soy capaz de recordar que conversacion tuve hace diez minutos voy a recordar que narices nos estabamos contando entonces... Sin embargo si recuerdo un fragmento, lo recuerdo porque se me quedó grabado.

-Sabes... ¿llevamos juntos cuanto? ¿dos años? Y aun asi hay dias en los que siento que en realidad no tengo ni puta idea de quien eres.

Y entonces ella me sonrió, nunca enseñaba los dientes en una sonrisa asi, era la clase de sonrisa picará que le convertia en cuestion de segundos en la mujer mas sexy del planeta.

-Lo se -dijo simplemente.
-Y ¿Porque no te muestras tal cual eres siempre?
-¿Que gracia tendria si lo hiciese?

Aquello me sacó a mi una sonrisa.

No recuerdo bien que dia ocurrio, no recuerdo porque llegamos a tener esa conversacion, no recuerdo de que estabamos hablando. Pero de lo que si estoy seguro es de que cuando me miró y me dijo eso comprendi que queria pasar el resto de mi vida con aquella mujer. Todo en ella me resultaba atractivo, y sentir cada mañana que podia aprender algo nuevo de ella era lo que mas mantenia caliente mi amor por ella. Nunca la dejaria escapar.

Y... bueno, ahora, desde aqui, desde este altar, puedo decir orgulloso que cumpli con ello, al menos mientras ella estuvo entre nosotros...

muchas gracias"

El marido se bajó del altar, hubo unos timidos aplausos, la gente no tendia a aplaudir en las iglesias, y menos aun en los funerales. Se sentó en silencio, ignorando a su madre que le pasaba el brazo por el hombro por si acaso necesitaba un abrazo, ignorando las felicitaciones del padre de ella, que por primera vez parecia sentirse orgulloso de su ex yerno.

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