A Nacho Vigalondo le han despedido del País por twittear que el holocausto fue un montaje. El rollo es que el tipo consiguió un porrón de seguidores, no se, como 50 mil o algo parecido, una cifra absurda, y se propuso, ya que tanta gente lo iba a leer, hacer una serie de tweets de polémicas gratuitas. El primero hablaba del holocausto. El segundo del asesinato de Kennedy (aunque este no le importe a nadie). No pasó del segundo.
Se lió pardísima. Que si Nacho es un antisemita. Que si Nacho es un nazi de mierda. Que como puede decir eso. Que si nadie piensa en los niños... ya sabéis, la mierda que siempre pasa cuando alguien famoso dice algo fuera de contexto. El rollo de los grupos de presión, los buenos modales y lo políticamente correcto. Ahora han despedido a Vigalondo del País. Tenía un blog con ellos y ya no lo tiene. No ha dicho directamente que le hayan echado, pero entre lineas se puede leer una invitación a largarse por parte de el director del País.
Esto no hace si no levantar una vez más la mascara bajo la que se oculta este país. La mascara del progresismo y el buen rollo, del país laico y que respeta todas las opiniones. Cuando esa mascara se cae se ve la verdadera cara del país. La conservadora, la de moral cristiana, la censora, la que no permite "que nadie piense en los niños". Y pasamos de descojonarnos de los americanos por censurar a Ricky Gervais a convertirnos en ellos en poco más de 15 días. Pero no voy a escribir nada de esto porque un tío mucho más listo y con más talento que yo ya ha dicho todo lo que se me podría haber ocurrido decir a mi y más en esta entrada:
Se lió pardísima. Que si Nacho es un antisemita. Que si Nacho es un nazi de mierda. Que como puede decir eso. Que si nadie piensa en los niños... ya sabéis, la mierda que siempre pasa cuando alguien famoso dice algo fuera de contexto. El rollo de los grupos de presión, los buenos modales y lo políticamente correcto. Ahora han despedido a Vigalondo del País. Tenía un blog con ellos y ya no lo tiene. No ha dicho directamente que le hayan echado, pero entre lineas se puede leer una invitación a largarse por parte de el director del País.
Esto no hace si no levantar una vez más la mascara bajo la que se oculta este país. La mascara del progresismo y el buen rollo, del país laico y que respeta todas las opiniones. Cuando esa mascara se cae se ve la verdadera cara del país. La conservadora, la de moral cristiana, la censora, la que no permite "que nadie piense en los niños". Y pasamos de descojonarnos de los americanos por censurar a Ricky Gervais a convertirnos en ellos en poco más de 15 días. Pero no voy a escribir nada de esto porque un tío mucho más listo y con más talento que yo ya ha dicho todo lo que se me podría haber ocurrido decir a mi y más en esta entrada:
http://www.mimesacojea.com/2011/02/no-pienses.html
No dejéis de leer su blog. Que no tiene desperdicio.
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