SEXO, SEXO, SEXO (reescrita)


"Basta con leer cualquier revista femenina para comprobar que se trata de la misma queja de siempre: los hombres -esos muchachitos, solo que al cabo de diez, veinte o treinta años- son un desastre en la cama. No les interesan "los prolegómenos"; no tienen el menor deseo de estimular las zonas erógenas propias del sexo opuesto; son egoístas, codiciosos, torpes, nada sofisticados. Estas quejas, es inevitable percibirlo, tienen un deje irónico. Por aquel entonces lo único que nosotros buscábamos eran los prolegómenos, y a las chicas les importaban un pepino. No querían que un las tocase, las acariciase, las estimulase, las excitase; de hecho, te daban un pescozón si lo intentabas. Por eso no es de extrañar, a mi entender, que no se nos de nada bien. Nos pasamos dos o tres larguísimos años sumamente formativos, es verdad, aguantando un chorreo constante para que ni siquiera pensáramos en ello. Entre los catorce y los veinticuatro, eso de los prolegómenos pasa de ser lo que los chicos quieren y las chicas no, a ser lo que las mujeres desean y a los hombres les importa un pimiento. (O eso es lo que dicen. A mí, la verdad es que me gustan los prolegómenos, sobre todo porque aquellas veces que yo sólo quería tocar están alarmantemente frescas en mi recuerdo.) El emparejamiento perfecto, si quieres que te diga lo que pienso, es el que se daría entre la chica Cosmopolitan y el chaval de catorce años."
-Fragmento del libro "Alta fidelidad", de Nick Hornby-
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Esta entrada ha sido editada porque la idea que quería expresar no había quedado definida bien y terminaba pareciendo que considero las relaciones de pareja como una excusa para tener sexo de forma más continuada. Y no iba en ese rollo para nada.

El tema es que vivimos con una obsesión terrible por el sexo. Una obsesión que nos empieza de pequeños y nos continua de mayores, al principio atraidos por el misterio que tiene y luego atraidos por lo placentero que resulta. Cuando eres niño todo está muy bien, porque las niñas no existen, ellas van a lo suyo y tu a lo tuyo, además todas son madres, primas o hermanas de alguien y eso no mola nada. Entonces un día de pronto están ahí en todos lados y empiezas a estar jodido porque ellas van a lo suyo y además son madres, primas o hermanas de alguien (y eso empieza a resultar absurdamente atractivo).

El tema del sexo cuando eres niño además es la segunda gran mentira que nos cuentan nuestros padres, solo que su descubrimiento lleva mucho más tiempo que el de la primera; que los reyes magos no existen. Uno no descubre que los reyes magos son los padres. No así como así (a no ser que les pilles poniendo los regalos claro), a uno lo que le pasa es que un día llega a clase y el cabrón de turno (probablemente el tipico con un hermano mayor y que dentro de tres o cuatro años revelará los misterios del sexo) ha soltado la bomba. Así de frio es, y al principio claro, todos incredulos y nadie queriendo hablar de ello hasta que tantos rumores te comen demasiado la cabeza y acudes a tus padres para que te corroboren que no son los reyes magos. Con el sexo pasa algo parecido, tus padres no te cuentan que te tuvieron a ti a base de follar. No hablan de penetración, eyacular, sexo sin protección o "eramos jovenes y muy idiotas", te cuentan una milonga, que si los niños los trae la cigueña de paris que planta una semillita en el vientre de tu madre de la que después nació un repollo del que saliste tu. Y esa mentira es tan cierta como la gravedad hasta que alguien (probablemente el capullo ese que te contó que los reyes eran los padres) te suelta el tema de follar.

Follar. Sexo. Palabras misteriosas que empiezan a rondar tu cabeza y de las que al principio solo sabes que se hace con una mujer (probablemente desnudos) y que es una cosa "de mayores". A partir de ahí todo lo relacionado con el sexo viene de en pequeñas dosis. Viene por el porno, las primeras tias (o tios) que te atraen y que se manifiestan en avergonzantes erecciones mientras ves la tele con tus padres (y de pronto aparecen unas tetas o algo parecido) y cosas por el estilo. Y uno empieza a obsesionarse más con todo el tema del follar el dia que se masturba por primera vez, porque meneartela da mucho gustito y alguien te dijo que el sexo era como un millon de veces mejor que eso ¡Como no vamos a obsesionarnos con semejante misterio rodeandolo!

Luego del atractivo del misterio se pasa a la obsesión porque vas cumpliendo años y sigues siendo virgen. Esto no es un factor determinante nunca, claro, y además no quita que siga teniendo ese punto misterioso, pero es un hecho que mientras que ves que todo el mundo folla y las tias siguen pasando de ti como pasaban cuando estabas en el patio del colegio (un par de años antes) empiezas a preguntarte si no hay algo que quizás estes haciendo mal en todo eso. Lo malo es que un dia lo haces y casi peor porque te das cuenta de que eso no es el final. Que has follado pero ya no follas más, y eso es cási peor porque al menos antes no sabías lo bien que estaba.

Y así es más o menos como empiezan casi todas las relaciones de pareja, por el sexo. No por tener sexo de forma habitual, si no porque el sexo es el factor determinante entre un gran amigo y una novia.

Hay gente con la que conectas. No sabes porqué pero son gente a la que conoces desde hace poco y no te importa nada estar a su lado, buena gente con la que se puede hablar, salir de fiesta y estar por ahí y que, por algún motivo, te transmiten esa sensación de "buen rollito" que tienes con tus amigos de toda la vida. Una novia es eso, pero con sexo. Y es que en el momento en el que uno reconoce que una persona le gusta y va a utilizar la clasica (y en un desuso tremendo desde que abandonamos el colegio) frase de "estoy pillado", justo antes se ha imaginado a la otra persona desnuda. Ha superado esa fase en la que conoces a una persona que mola y de pronto se ha dado cuenta de que le atrae fisicamente. Y si eso no pasa, NO HAY RELACIÓN, porque no nos engañemos, tu puedes conocer a una mujer muy maja, la mas maja de todas, una tia con una personalidad brutal y con la que te lo pasas pipa y te ries un monton, pero si no hay un minimo componente sexual en vuestra relación no sois pareja. Sois amigos.

Vivimos obsesionados con el sexo. Cuando no sabemos que es porque no lo sabemos y cuando lo sabemos porque no lo tenemos. Y resulta un tanto triste que sea así.

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