Espacio sin humos (o "Un no fumador aliviado")

"Ha llegado el nuevo año y con él la ley que nos ampara a los no fumadores y condena como es debido ese habito tan nocivo como es el del tabaco. Ya por fin no tendrémos que aguantar el humo de los cigarrillos al entrar en un bar o un restaurante. Mi comida sabrá a comida, mis cañas a cañas, y mi ropa olerá a ropa (o a sudor) y no a cigarrillos quemados. No quepo en mi de gozo al pensar en la victoria para la salud pública que ha supuesto esta ley, y es que ya era hora de que empezasen a hacer algo con esos desconsiderados fumadores. Era de traca la ley anterior y en esta, por lo menos nos ampara a los que llevamos sufriendo decadas el humo de unos maleducados fumadores que no eran capaces de alejarse de su vicio.

Lo único que me parece terrible es el modo en el que se están pasando por el pito del sereno ciertos bares esta nueva ley. Pasé la tarde de ayer visitando cafeterías y en cuatro o cinco pude ver a gente fumando ante la pasividad intencionada de los hosteleros. Quiero pensar que es por la falta de costumbre y que, a un mes vista, este tipo de situaciones dejarán de darse, pero desde luego si siguen así deberían ser denunciados por los ciudadanos. Y es que no se puede permitir que continuemos sufriendo como llevabamos haciendolo el humo de un tabaco que no es nuestro, un grupo de yonkis (porque el tabaco es una droga y por tanto todos sus adictos deberían ser considerados como tal) maleducados que no tienen ninguna consideración por nosotros.

Además me alegro de que la norma no se limite solo a cafeterías y restaurantes. Y es que está muy bien que la medida impida fumar también en los recintos escolares y parques infantiles, ¡Por fin una medida que piensa en los más pequeños! Hay que dar ejemplo, alejarlos de conductas nocivas y tal vez (con un poco de suerte) si se acostumbran a no ver cigarrillos consigamos que el vicio desaparezca.

Así que lo dicho. Estoy feliz de que por fin ZP haya hecho algo a derechas y haya creado una ley que, verdaderamente, piensa en los ciudadanos. Sin duda lo mejor que ha hecho en dos legislaturas"

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Antes de que digais que soy un demagogo y un nazi y que nadie (fumador o no fumador) podría decir tanta tontería junta os diré que eso que he escrito no se aleja demasiado de la sarta de chorradas que he tenido que soportar mientras escuchaba el programa de Carlos Herrera en la radio esta mañana. No fumadores de todo tipo han llamado para felicitar a la ley antitabaco con argumentos que tal vez no fuesen iguales pero si terriblemente parecidos a los que yo he expuesto ahí arriba.

Soy fumador, ex-fumador obligado dentro de poco gracias a esta ley, y aunque a día de hoy se ha demonizado tanto un vicio evidentemente nocivo para la salud de los que lo padecemos (como todos los vicios) hasta el punto en que decir "Yo estoy en contra de la ley antitabaco" suena cási a demencia senil... Yo estoy en contra de la ley antitabaco. La prohibición de ningún tipo es buena, y menos cuando supone una imposición moral, como si el gobierno tuviese autoridad sobre estos temas y fuese capaz de decidir que es lo "bueno" y lo "malo".

Nos enorgullecemos (cási todos) de decir que vivimos en un país mayoritariamente laico, y sin embargo existe un numero de ciudadanos cada vez mayor (no solo en este país, en el planeta tierra en general) que cree, con exactamente la misma fé con la que su compañero cree en el más allá, Dios todopoderoso o el karma, en la ilusión de la vida eterna. La ilusión de que con deporte, comida sana y buenos habitos uno podrá vivir eternamente. Como decía el sabio Bill Hicks (D.E.P) hay una verdad en la que los no fumadores parecen no haber caido:

"Los no fumadores mueren, cada día"

Vivimos con la falsa ilusión de que comer tofu y no tener vicios nos hará vivir eternamente. Nos olvidamos claro de que vivimos en un mundo impredecible, con una casuistica tan grande en el que el simple hecho de salir a la calle podría matarnos. Coches y fabricas que producen polución, accidentes de trafico, laborales, desastres naturales, enfermedades, fallos en nuestro organismo (no necesariamente provocados por algún motivo)... E incluso si el gobierno prohibiese todo eso, si en pós de la salud pública prohibiese los coches, las fabricas, nos hiciese follar a todos con condon y vivir en burbujas que nos protegiesen de cualquier ataque (tanto de enfermedades como fisicos -que podrían ir desde que te caiga una teja en la cabeza un día de viento hasta que te parte un rayo, que sí, que pasa poco, pero que pasa), seguirían siendo incapaces de luchar contra la vejez. No estoy de acuerdo con la ley antitabaco no porque no crea que el tabaco es potecialmente nocivo (a estas alturas nadie podría decir eso en serio) si no porque prohibir algo porque "es malo para la salud" es de una estupidez y una pretensión intolerables. Somos seres inteligentes, capaces de decidir por nosotros mismos si queremos hacer o dejar de hacer algo. El gobierno debe presentar los riesgos objetivos del tabaco, pero a partir de ahí, en cuestiones de libertad individual, deberían dejar que cada uno decidiese. Al fin y al cabo vamos a morir todos tarde o temprano, y aunque solo sea por eso, debería ser de nuestra incumbencia y de la de nadie más decidir como vamos a vivir el resto de nuestra vida.

Como cantaba Sabina:

"Si lo que quieres es vivir cien años... Vacunate contra el azar"

(Disculpad las -posiblemente- muchas faltas de ortografía que encontreis. Ando con prisas como para corregir)