Cinco minutos de pintura.

Durante el primer año de escuela (y en teoría ahora también) tuve una asignatura que venía a ser algo así como "historia del cine de animación", una especie de clase teorica (aunque no tenía mucho de teoría) sobre la historia de un genero del que culturalmente se sabe mucho menos de lo que podría parecer. Y es que no todo es Disney, de hecho Disney no es ni un 10%. Durante aquellas clases aprendí que había mucha más mierda en el mundo de la que se veía a simple vista, y es que desde pornografía gay con muñecos (no literalmente claro, pero era una versión no censurada de la guerra de troya) hasta cuentos arabes largos y tediosos echos con sombras chinescas, las torturas visuales con las que nos sorprendía cada semana el profesor (un amante de la animación, que por cierto sabía un monton -otra cosa es lo que me interesase a mi dicho conocimiento) parecían no tener fin. Por suerte tocaban a primera hora de la mañana y no resultaba dificil echar una cabezadita allí, en el cine de la escuela, con las luces apagadas y sentados en esos grandes butacones.

Una de esas "clases", probablemente la más absurda, la dedicamos integramente a la animación abstracta. No voy a entrar a valorar el valor didactico que tiene que dedicasemos dos horas de nuestra vida a semejante desproposito, el motivo por el que hablo hoy de eso es que al llegar a casa me he encontrado con que en la 2 de televisión española estaban emitiendo un reportaje sobre animación abstracta y me ha apetecido poneros una muestra:

No es ni de coña lo peor que podría haber puesto. Esta al menos tiene sonido (imaginaros eso mudo) y cierto sentido.

Lo que no he dejado de pensar mientras lo veía es que no sería nada dificil mejorarlo. Solo tendrían que haberse esforzado un poquito en seguir las pautas musicales para que quedase algo minimaente visible (aunque perdería el encanto de manicomio que tiene el video)

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