El clavo


"Por la falta de un clavo fue que la herradura se perdió
Por la falta de una herradura fue que el caballo se perdió
Por la falta de un caballo fue que el caballero se perdió
Por la falta de un caballero fue que la batalla se perdió
Y así como la batalla, fue que un reino se perdió
Y todo porque fue un clavo el que faltó"

Me encantan las historias ambientadas en el universo DC. No soy un gran fan de sus personajes, jamas he leido la serie regular de ninguno de ellos, y sinceramente, aunque cada vez que leo una de estas historias me pica la curiosidad... es solo de manera momentánea. Dudo que la épica de mitología clásica alcanzada en historias como "Kingdom Come" se conserve en la serie regular de Superman, del mismo modo que "La broma Asesina", a pesar de ser posiblemente los dos mejores números de la historia regular del hombre murciélago, no le llegaban ni a la altura de la suela a "El regreso del señor de la Noche". Si, estaba bien... pero no es lo mismo (estamos hablando de una novela gráfica frente a un numero regular),

Sin embargo siempre disfruto de las historias del universo DC. Como ya he dicho tiene esa "epicidad" que tienen los grandes mitos clásicos, sus héroes no son como los héroes de Marvel, y no lo son por que en el universo DC está Superman.

Superman no es solo el primer superhéroe de la historia. Superman es casi un Dios. Parece humano, pero es capaz de hacer cualquier cosa. Es como un humano 2.0 (o 6.0 ya que nos ponemos), es invulnerable, vuela, posee superfuerza y supervelocidad, tira rayos de calor por los ojos... y luego tiene esa personalidad, esa distinción perfecta entre el bien y el mal. La gente tiende a pensar que un personaje tan sumamente indestructible como él, un tipo tan "perfecto", con una personalidad tan fuera de cualquier duda podría no resultar atractivo, al fin y al cabo preferimos a los héroes torturados como Batman, nos representan mejor con sus imperfecciones y sus dudas. Pero es que el atractivo del personaje (al menos tal y como lo veo yo) no está en su personalidad, sus poderes o todo eso (ni tampoco, como decía Bill, está en que sea el único personaje que se disfraza de ser humano, en lugar de vestirse de supertipo) si no en lo que representa.

Nadie puede discutir la valía de Superman. Ni siquiera pueden decir que lo que hace no lo hace SIEMPRE por el bien de la humanidad. Eso es lo que representa Superman. Es el pilar social de la JLA. Tanto a ojos del mundo como para sus propios miembros. Es el líder natural de la Liga, el único del que nunca se puede desconfiar, el mas poderoso. Y a ojos del mundo es el hombre en el que se puede confiar.

En "El clavo", Alan Davis cuenta la historia de lo que ocurriría si Superman jamás hubiese existido. Y lo mejor de todo, lo que hace su universo alternativo tan perfecto, es que la culpa de la "no-existencia" del hombre del mañana es cosa de un simple, un sencillo y pequeñísimo clavo. Un clavo en medio del camino que, pinchando la rueda de Jonathan y Martha Kent impidió que estos saliesen el día en que estaban predestinados a encontrar la nave de Kal-El. Sin ellos Superman se perdió. Sin ellos Superman nunca existió.

Y a partir de ahí... pues lo típico que pasa siempre que Superman no está en escena. La humanidad está perdida. Sin un guia omnipotente y perfecto como el hombre de acero EEUU sigue los dictados fascistoides de un Lex Luthor que, como alcalde de Metropolis, utiliza su tecnología para crear un estado policial en metropolis libre de humanos con superpoderes. Como llega a decir Wonder Woman "Es porque en Metropolis jamás hubo un superhéroe". ¿Y la JLA? Bueno, por culpa de la campaña de odio promovida por Luthor, se encuentran en su peor momento. Una conspiración está asesinando a los héroes y a los villanos. Haciendo desaparecer a los alienigenas (tanto a los buenos como a los malos) de la escena publica. Y la JLA no sabe ni por donde la están golpeando porque están demasiado ocupados solucionando sus riñas internas.

No tienen un lider. Wonder Woman nunca fue lo suficientemente buena en ese cargo (a pesar de su poder) y Batman nunca tuvo poder suficiente para ocupar su puesto. Y sin un líder... todo está perdido.

Con este panorama cualquiera se puede imaginar que las cosas no van a salir como uno espera. Y así, durante tres números Alan Davis se dedicó a torturar a los miembros de la JLA. Tras plantear un universo alternativo, surgido de una causalidad tan minúscula como maravillosa cuenta una historia muy clásica, de supervillanos y complots en la sombra, de odio irracional a lo desconocido (tan típico de los humanos) usado en contra de los héroes. Una historia clásica que sin embargo resulta maravillosa. Un guión cojonudo del maestro Davis en el que, aunque no falta nada, no sería justo no destacar el gran error que comete (y que está al principio del tercer numero). Y es que peca de tomarse las cosas con calma (el nudo de la historia dura numero y medio) y paga las consecuencias al final (el desenlace apenas llega a ocupar medio numero).

Sin embargo son fallos mínimos en una historia que, a su manera, puede mirar a la cara a historias como Kingdom Come. No es tan grande de acuerdo, pero tampoco lo pretende.

A su modo de andar por casa conserva toda esa epicidad. A su manera de historia clásica cuenta un mito parecido. Y funciona perfectamente, resulta coherente y creíble. Y lo mejor de todo, a pesar de ser típica, su gran final (con la revelación de la sombra tras el complot) es cojonudo. No creo que nadie se esperase a ese villano.

Del apartado gráfico no diré nada. Es Davis. Es un maestro. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Habrá lectores a los que no les guste, esos que prefieran que sus héroes se parezcan a actores y toda esa mierda, pero a mi me gustan mucho los dibujantes clásicos como Davis o (en su momento) John Byrne. Aquellos que trbajaban en la época en la que importaba que uno supiese dibujar y no fusilar fotografias. Davis es un maestro en ese estilo y es agradable ver que en 1998 seguía tan en buena forma como al principio de su carrera (algo que ni por asomo le pasó a Byrne, que en 1998 andaba dibujando "Spiderman: Chapter One"). Simplemente magnifico y una lección de estilo de un maestro.

En resumen, "El clavo" (y a falta de leer "otro clavo") es una de esas historias imperdibles para cualquier amante de las historias de supergente. Un magnifico guión y un magnifico dibujo, con una historia que, partiendo de la cosa mas pequeña, alcanza las cotas mas altas de grandeza.

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