Tormenta de Mierda: Master del Universo.


No quería que la sección Tormenta de Mierda (inaugurada sin demasiado bombo ni platillo un par de entradas más abajo) se convirtiese en un habitual tan rapidamente. Quería hacer una a la semana o algo así, la idea es expresar mi repulsa por todo aquello que me moleste. Empezamos con "Mujeres y hombres..." (que ya el "... y viceversa" se ha ido a tomar por culo, ni voy a comentar lo hipócrita que me parece esa igualdad chichinabesca) y ahora tampoco me apetece moverme mucho, así que me quedo con la reina de las tardes (y pronto -si no lo es ya- de cualquier franja horaria), la princesa del pueblo, la futura reina del país, La (puta) Esteban.

No solo hemos llegado hasta el punto en que la prensa sería hable de ella (cuando la prensa rosa mancha a la "otra prensa", debería ser motivo de preocupación) si no que en la edición de este año del festival de arte pop de Cáceres, la mujer que se hizo famosa por tocarle la polla a un torero se ha convertido en el tema alrededor del que gira la exposición.

Desconozco hasta que punto es importante dicho festival, de hecho, y por lo poco que he podido ver (apenas hay noticias de anteriores ediciones en Internet) me parece un intento desesperado de dar notoriedad a una exposición que, de otro modo, pasaría sin pena ni gloria. Pero ni como justificación de eso debería hacerse. Ni como un último grito para llamar la atención. Belen Esteban, simplemente no debería aparecer más allá de las fronteras de la cadena de Vasile.

En un universo en el que los seres humanos que pueblan este país y no un grupo de monos disfrazados, gente como la (puta) Esteban no deberían trascender más allá de los rayos catódicos o las paginas de revistas como "Qué Me Dices!" (¿sigue existiendo esa revista?). Por desgracia el mundo no es perfecto y las masas, alienadas por años de basura que comenzaron en ese agujero negro cultural conocido como "los 80" (mucho remember ochentero pero en este país solo hubo grandes dosis de pura mierda), continuaron en unos años 90 en el que la diversidad televisiva en lugar de ayudar a eliminar la mierda, no hizo más que aumentarla, con una joven Telecinco llena de tetas en la que hasta un ladrón declarado (por el sistema judicial) como Jesús Gil (D.E.P) tenía un programa de televisión.

En este país estamos acostumbrados a la asimilación de mierda a paladas, y lo triste no es que nos acostumbremos a eso, lo triste es que después consideremos "cultura pop" eso.

Belen Esteban no es el verdadero cáncer de este país, el verdadero cáncer son todas aquellas personas que ayudan a que siga existiendo. Los que la convierten en el tercer candidato más fuerte a la presidencia de este país, los que hacen que todo lo que toque se convierta en oro, los idiotas que asimilan bien la mierda que les meten en la boca y que animan a que supuestos (o creo que es como debería considerarse algo así) festivales serios de Arte Pop conviertan a una ignorante, inculta, zafia y drogadicta, en su musa solo para llamar la atención.

La existencia de la (puta) Esteban no es el problema.

El problema sois los que la endiosáis.

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