Cuando el mundo se habia ido a casa a dormir y solo quedabamos los mejores, cuando el mundo pasaba a ser nuestro.
Recuerdo los amanaeceres en la playa. Recuerdo bañarnos desnudos y desayunar con los primeros rayos de sol. Caminar por las tranquilas calles vacias, como dioses en sus templos de asfalto.
Era grandioso.
Es una pena que ya no hagamos esas cosas.
(suena a amanecer de fiesta y la historia, como la cancion, bien podria ser un padre contandoselo a su hijo)
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