Viejas Glorias: "Flashback: The Quest for Identity"


No se pinta como se pintaba antiguamente. Tampoco se ven las mismas películas, ni estas son rodadas del mismo modo. No escuchamos la misma música o leemos los mismos comics. Cualquier rama artística o que requiere de la creatividad para su desarrollo evoluciona, por modas, gustos del consumidor o avances tecnológicos.

La industria del videojuego no es una excepción. Ahora vivimos el enfrentamiento entre Xbox 360 y PS3, un enfrentamiento que practicamente ha dejado de lado el riesgo (como en muchas ramas artísticas) por la innovación tecnológica. La próxima "obra maestra" debe explotar las maquinas al máximo, debe ser exclusiva y debe lucir bien en pantalla. Ultimamente incluso comienza a integrarse el 3D. Sin embargo, como en cine no podemos olvidarnos de los clásicos, en los videojuegos no deberíamos olvidarnos que hubo un tiempo en el que la jugabilidad era una parte mucho más importante que la historia y en donde para hacer grandes juegos los desarrolladores tenían que romperse la cabeza creativamente. A falta de medios, soluciones ingeniosas.

Por desgracia toda esa etapa es, a medias, un gran misterio. La desaparición de las consolas viejas, sus juegos y sus accesorios, impiden el jugarlo en su soporte original, y aunque hay un montón de emuladores para esas consolas, es difícil no andar a ciegas a la hora de bajarte juegos que no habías probado. Yo por ejemplo siempre he sido un gran fan de la supernintendo, es la consola con la que me crié, la primera a la que metí verdaderas horas y una que aún a día de hoy no ha sido sustituida por ninguna otra a pesar de los avances tecnológicos (la play 1, por ejemplo, aunque le tengo mucho cariño, fue sustituida por la Play 2, que estoy seguro, será sustituida en el mismo momento en el que me agencie una Play 3). Aún así mi conocimiento de la historia de la consola (y de esto me he ido dando cuenta gracias a los emuladores) es practicamente nulo, y hay toda una historia de videojuegos de los que desconocía su existencia y que son los que sentaron las bases para el desarrollo de los videojuegos que tenemos hoy en día.

Mi ultima grata sorpresa me la he llevado con "Flashback: The Quest for Identity", una aventura gráfica de corte futurista que desarrolló el desaparecido estudio francés Delphine Software en 1992.

"Flashback", ya desde su secuencia de apertura, demuestra que no va a dejar indiferente a nadie. Heredera directa del clásico "Another World" de Eric Chahi (aunque no secuela como se suele confundir), este juego comparte con el de Chahi su mecánica y sus secuencias rotoscopiadas, toda una novedad para las maquinas de la época, nada acostumbradas a animaciones para completar la historia. En cuanto a jugabilidad es bastante similar a otro clásico, el "Prince of persia" original, en el sentido de ser un scroll lateral de largos niveles llenos de plataformas en donde sin embargo, no es tan importante la agilidad del personaje como los puzzles para avanzar. Esto supone un lastre a medias ya que los movimientos ortopédicos del protagonista resultan relativamente desesperantes a la hora de luchar contra enemigos (sobre todo al final).

Pero hablemos un poco de la historia, y es que si uno quiere hablar de esta vieja gloria es imposible no tratar el tema del guión, sorprendentemente cuidado para un juego de supernintendo (más allá de los RPG japoneses), en donde la historia no solía pasar del arquetipo "supermario" (hay un malo malísimo que ha secuestrado a alguien o algo importante para ti... y bueno, tienes que avanzar superando a todo el mundo hasta llegar hasta él). Sin embargo en este caso nos encontramos con una trama futurista que bebe de películas como Blade Runner y series de su época como "V", el protagonista, Conrad, es derribado mientras escapaba de una cárcel galáctica. Sin memoria aterriza en una jungla en Titan, la luna de Saturno, a partir de ahí todos sus esfuerzos serán recuperar su memoria (algo que se consigue relativamente rápido a pesar de que el juego se llama "THE QUEST FOR IDENTITY") y salvar la tierra de una invasión alienigena que se oculta bajo disfraces humanos. Una trama que aunque no se profundiza más que esto (apenas hay un secundario que te ayude en tu aventura, no se descubren los motivos por los que los alienigenas quieren destruirnos) si que sirve de enlace algo más cuidado para las fases. Conrad no avanza a la siguiente fase porque si, si no que tiene un motivo para viajar a donde viaja y hacer lo que hace.

Por supuesto la cosa no pasa de ahí, y es que no estamos ante un RPG ni nada parecido, en esta aventura el protagonista está solo, y por tanto la historia se queda bastante... lastrada por decirlo así (ni un codec para hablar con los amigos tenemos). Otro gran problema del juego (además de su ortopédica jugabilidad en los combates) es también su falta de banda sonora, al menos en la edición para supernintendo (tengo entendido que en otras versiones si que tuvo banda sonora) por lo que más de la mitad del juego lo pasaremos en silencio, al principio muy perturbador, y luego desquiciante.

A pesar de eso Flashback tiene la capacidad de todo gran juego de enganchar hasta que uno se lo pasa, y aunque en ningún momento presenta un verdadero reto (realmente no hay puzzles excesivamente complicados -aunque uno pueda cagarla y ahí se te jode la partida) si que son lo suficientemente duros para querer pasar al siguiente. Además sus animaciones contaban la historia alejándola un poco de las grandes parrafadas a las que acostumbraban los japoneses en sus RPGs, algo de agradecer y que supone una de las primeras tomas de contacto con las cinemáticas. Con muy poco y unas animaciones llenas de bugs, este juego se convierte en una aventura bastante interesante de la que deberían abstenerse, por supuesto, los jugadores más modernos (ya que no le verán la gracia) y que debería ser un referente para los jugadores más clásicos.

Es una autentica pasada que el juego se desarrollase en 1992, con la supernintendo dando aún sus primeros pasos y sobre todo, en una industria que no contaba demasiado con las cinemáticas.





P.D: El juego tuvo una secuela para PS1 y PC llamada Fade to Black con un 3D precario que, por lo que he podido ver en internet, no merece la pena más allá de la mención a pie de pagina.

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